Pokemon go, una juego para móviles que invita a los usuarios, a salir a la calle a la caza de Pokémon.
Mucho se ha hablado estos días de Pokémon Go, una juego para móviles que invita a los usuarios a salir a la calle a la caza de Pokémon ayudándose de la realidad virtual. Dejándose llevar por esta fiebre veraniega, muchos profesores han visto en esta aplicación el futuro de la educación: ¡por fin un juego que anima a los chicos a salir a la calle y a interactuar con su entorno!, ¿y si en lugar de Pokemon se pudieran “cazar” especies de animales?, ¿ y si pudiéramos visitar otras épocas gracias al todopoderoso ojo de nuestro móvil?
Con estas ideas en su cabeza, varios profesores han dejado de planificar sus clases para septiembre y se han ido de vacaciones a la playa, otros han cancelado todos los cursos de inteligencia emocional que tenían este verano y andan por los parques de las distintas ciudades españolas buscando Pokémon. Sin embargo, quizá nos estamos anticipando, y hay algunas cosas que deberíamos tener en cuenta antes de abrazar esta nueva moda:
- Pokémon Go nos permite adquirir conocimientos sobre nuestro entorno: los Pokemon se encuentran en todos lados y las Pokeparadas (lugares donde se puede combatir con otros jugadores o reunir recursos) suelen estar en puntos conocidos de la ciudad, por lo que los usuarios interactúan con distintas localizaciones como nunca lo habían hecho. Los chicos salen a dar vueltas por el barrio descubriendo bibliotecas, gimnasios o recintos culturales.
- Fomenta el ejercicio físico: Vamos, lo fomenta exactamente igual que una gymkhana de toda la vida. Cuando más andas, más raros son los animalitos que se te aparecen, con esto hemos conseguido que los niños caminen. Y mucho. ¡Ojo! Ya ha habido accidentes por culpa del juego, no recomendamos cazar Pokemon en la bicicleta, monopatín o cruzar las calles sin mirar. En EEUU ya han puesto en las autopistas este cartel tan divertido:
- Permite la socialización: esta mañana, mientras paseaba en Madrid por la calle Orense he visto a grupos de chicos cazando Pokemon juntos. A grupos de hombres trajeados cazando Pokemon juntos y a grupos de hombres trajeados y chicos buscando juntos un Pokemon que debía ser la joya dorada de la corona.
No obstante, creemos que hay un motivo por el que éste juego todavía no es el futuro de la educación: la cantidad prima más que la calidad. Ser buen entrenador de Pokémon no se basa en los conocimientos sobre este universo tan particular, sino en la capacidad de estar una mayor cantidad de horas buscando Pokemon y de ser más rápido pulsando la pantalla del móvil, un gesto que decide quién es el ganador de cada batalla. El juego no invita a pensar de forma inteligente, ni a relacionar hechos, ni a recordarlos. Si queremos que este tipo de juegos penetren en la educación deberemos buscar una manera de trabajar las distintas inteligencias múltiples y competencias de las que tanto se habla. Dicho esto, voy ahora mismo a la ducha, que me está vibrando el móvil y creo que hay un Snorkel detrás de la cortina.